Asier Villalibre, cuando la procesión va por dentro
El delantero del Athletic, que de niño disfrutó del ambiente de la final de Copa en 2009, cree que es un sueño poder disputarla como león
I. E.
Asier Villalibre se ha ganado un lugar de privilegio, por derecho propio, en la historia del Athletic con tan solo 23 años. Quedará grabado en la memoria de la afición rojiblanca su diana que valió el pase a la prórroga en la final de la Supercopa frente al Barcelona al filo del tiempo reglamentario.
El delantero logró su primer título en La Cartuja, con gol incluido en el duelo decisivo y mañana, en el mismo escenario, puede tener un papel importante en la lucha por alzar un nuevo trofeo copero frente a la Real.
Su imagen tocando la trompeta sobre el césped sevillano, tras vencer al equipo culé, le elevó a un lugar de privilegio en el mundo del fútbol, y fue una forma de hacer más terrenales a los futbolistas, muchas veces asociados a la fama y el dinero y alejados de lo que debería ser una mayor normalidad en sus comportamientos.
Lo de la trompeta "me lo tomé bien"
En una entrevista para la web del diario 'El Mundo', Villalibre reconoció que no tiene ningún problema que se le asocie al instrumento musical, (desde entonces se han estampado numerosas imágenes de su figura en banderas y camisetas rojiblancas con motivo de las finales), puesto que para él es algo de lo más normal en el Athletic. "No, qué va, yo me lo tomé bien. A ver, es verdad que igual sí me habría gustado más que se reconociera el partido que has hecho o el gol que has metido que lo de la trompeta. Pero es entendible, son cosas especiales que no se ven en ningún otro equipo", destacó.
A pesar de lo que pueda parecer, con su imagen campechana y de apariencia impasible, dentro y fuera del terreno de juego, el atacante del Athletic reconoció que muchas veces la procesión va por dentro. "Pues claro, como todo el mundo. Es verdad que tengo una expresión más seria, que no me inmuto mucho, pero por dentro los nervios siempre están. En la final, en el campo no, pero en la grada sí que estaba muy muy nervioso. Bueno, ya se sabe. Cuando las cosas no las estás haciendo tú, tienes más incertidumbre, más nervios. Como cuando vas en coche. Si lo conduces tú, vas tranquilo. Si vas de copiloto, pues igual estás más atento, te sale solo", expuso.
"No se ve ese ambiente que pudo haber otras veces"
Igualmente, el 'Búfalo' de Gernika agradeció el apoyo de la afición, aunque en tiempos de pandemia se sienta menos su calor y les reste cierta tensión. "En el momento que estamos viviendo ahora quizá no lo percibes tanto. Cuando sales a la calle, siempre hay gente que te lo dice y eso. Pero como ahora tampoco se sale mucho, por si acaso, y no hay tanta gente, pues no se ve ese ambiente que pudo haber otras veces. Eso ayuda a que nosotros estemos más tranquilos. Yo me acuerdo de otras finales del Athletic cuando era niño y todo era una pasada", explicó.
Además, Asier Villaibre evocó su primer recuerdo respecto a un partido que le marcó cuando era niño y que después de los años va a poder vivirlo desde dentro, con la posibilidad de poder alzar el trofeo copero. "La primera final después de tantos años [2009, contra el Barça], estaba en Primaria. En el colegio nos fuimos a sacar una foto todos vestidos del Athletic y había un ambiente increíble. ¡Y ahora todo eso lo estoy viviendo en primera persona, dentro del equipo!. Es que eso ni lo piensas. Ya sólo pensar en jugar en el Athletic era un sueño increíble para mí. Conseguir un título era inimaginable", lanzó. (Fotos: Athletic Club)