Bordalás espera que el Athletic reciba su castigo por los improperios recibidos

09.05.2022
La afición en San Mamés (Foto: Athletic)
La afición en San Mamés (Foto: Athletic)

"Confío plenamente de que esos insultos se sancionen al club que corresponda", admite el preparador valencianista, mientras que el club che publica un duro comunicado victimista en su defensa y la de su plantilla, tras las ofensas de la hinchada rojiblanca en San Mamés

I. E.

El Valencia logró puntuar el pasado sábado en Bilbao (0-0), en un partido en el que el Athletic dispuso del mayor dominio del juego, las mejores oportunidades, pero solo la falta de pericia en los metros finales y la buena actuación del meta Mamardashvili impidieron que los leones lograran una más que merecida victoria.

Durante el partido, los parones en el juego fueron una constante, con pérdidas de tiempo por parte de algunos jugadores valencianistas que encresparon los ánimos tanto de los futbolistas rojiblancos como de la afición congregada en San Mamés. Una parte de esta, por momentos, recurrió a los insultos hacia el inquilino del banquillo visitante.

Se escuchó el "Bordalás h... de p...", sobre todo, cuando el míster de los che hacia gestos ostensibles de queja desde su zona técnica, al igual que en los momentos en los que algún futbolista de su equipo fingía más de la cuenta sobre el césped de La Catedral tras sufrir algún encontronazo con alguno de los leones durante el desarrollo del juego.

No en vano, el trencilla Díaz de Mera alargó la primera parte 5 minutos, algo que no suele ocurrir a menudo y 7 en la segunda, que se convirtieron finalmente a 9, por las pérdidas claras de tiempo de los pupilos de Bordalás, muy al estilo de su libreto futbolístico, donde cortar el juego y jugar al límite del reglamento son recursos habitual.

El entrenador madrileño no dudó en criticar, tras la finalización del encuentro, el trato para el totalmente injusto de parte de la hinchada rojiblanca, dejando caer la necesidad de sancionar de alguna forma este tipo de comportamientos. "No me hace ninguna gracia que me insulten. Cuando hay un insulto por parte de algún jugador o del cuerpo técnico se sanciona. Sin embargo te cantan y te insultan y no pasa nada. Todo sigue igual, no es justo", clamó el alicantino.

Pasados dos días de estas reclamaciones sobre lo ocurrido en Bilbao, fue muy llamativo que el propio Valencia Club de Fútbol salió en defensa de su entrenador con un comunicado lamentando "la campaña de acoso y derribo" contra su técnico y el propio equipo.

"Tratar de condicionar el estamento arbitral"

Continuaron en el escrito denunciando "la corriente adversa, alimentada también por algunos medios de comunicación", aunque sin citar de forma expresa a ninguno, que además de perjudicar y alentar los "insultos", han provocado un "clima adverso para tratar de condicionar el estamento arbitral" contra sus intereses, para finalmente, pedir "respeto" hacia club y plantilla ches.

El propio Bordalás fue explícito igualmente en la previa de jugar ante el Betis, y se extendió sobre el asunto y el apoyo mediático de su club con más contundencia, llegando a pedir una sanción por los improperios vertidos en su contra. "Si no el blanco, me siento el comodín., es continuo, es un comodín. No se atreven a meterse con el Valencia porque es un club grande, una institución importante, pero sí con su técnico. Estamos hablando del Valencia, no de Bordalás. Tenemos que defendernos todos de cualquier injusticia. Pero bueno yo no me siento perseguido, pero sí ese comodín que utilizan siempre y como no hay repercusión siguen utilizándolo. Confío plenamente de que esos insultos se sancionen al club que corresponda para que no se repitan. No porque sea yo personalmente, porque mañana pueden ser contra cualquier técnico, cualquier jugador y eso no se puede permitir igual que cuando hay algún cometario o cántico racista no hay que permitirlo de ninguna manera, pero tampoco el insulto absolutamente a nadie", lanzó al respecto con la esperanza de que la entidad bilbaína reciba el castigo que le corresponda por lo sucedido durante el duelo del pasado sábado.

Marcelino, por parte rojiblanca, en la rueda de prensa de Lezama, con el partido de hoy ante el Granada, a las 20 horas a la vista, también emitió su parecer al respecto de lo ocurrido y la reacción del club en defensa de su entrenador, poniendo como ejemplo una situación personal vivida muy semejante a la de Bordalás. "No me gusta el insulto como expresión y a mí como entrenador me han insultado en algunos campos, de forma bastante vehemente y es indudable que molesta, así me he sentido yo y entiendo que se pueda sentir él", se pronunció el asturiano, son querer abundar demasiado en el asunto.

Quejas de Foulquier por una posible roja

Por tora parte, en lo que respecta al tema arbitraje, también incluido entre las quejas del comunicado, en San Mamés, el pasado sábado, uno de los protagonistas sobre el terreno de juego, el defensa valencianista Foulquier, en las declaraciones nada más concluir el choque, se quejó de que que Dani García debió ser expulsado por una agresión a Ilaix Moriba, al darle una patada sin balón, que no vio el colegiado en el campo, ni en la sala VOR, en un tono reivindicativo y victimista.

Sin embargo, no habló de dos más que posibles penaltis sobre dos futbolistas rojiblancos. El primero cometido por Paulista, en la acción en la que resultó lesionado, por un claro empujón a Williams en el lateral del área, al que derribó en carrera y el segundo, la doble infracción, con el empujón, primero, y agarrón después de Musah a Yuri Berchiche, cuando se disponí a encarar con balón en ventaja a línea de fondo en una acción con marchamo de gol a favor del Athletic.

El partido entre leones y valencianistas volvió a dejar claras muestras de que el cruce de declaraciones durante la semifinal copera enturbió las relaciones entre ambos bandos, y habría que recordarle a Bordalás y a la propia entidad levantina los cánticos grupales en las celebraciones en el propio Mestalla, dentro de la euforia desatada por la clasificación ante los leones, con el preparador y jugadores valencianistas presentes, de "p... vasco el que no bote, eh eh", que al parecer no resultaron ser ofensivos ni censurables mientras eran festejados con total algarabía.

Tras este maremágnum de acontecimientos, queda claro que Bordalás sigue en el punto de mira por su peculiar forma de ver el fútbol, numerosas veces con acciones de una marrullería al límite del reglamento, y parte de una afición aún dolida por la eliminación y por el desarrollo, por momentos, poco deportivo de los protagonistas sobre el tapete de La Catedral. Aún con todo, los insultos de forma coral deben siempre ser reprochables y censurables.