Los errores de bulto le cuestan caros al Athleitc

09.05.2021
Simón y Núñez
Simón y Núñez

Marcelino se quejó del segundo gol de Osasuna, pero en el primero la descoordinación de Unai Núñez y Unai Simón fue evidente

I. E.

Los fallos y los aciertos suelen ser claves a la hora de decidir cualquier partido de fútbol. Los pequeños detalles, debido a la igualdad imperante entre los equipos, resultan decisivos en el desarrollo y el desenlace de muchos de los encuentros.

Marcelino se quejó ayer al final del partido frente a Osasuna de que no hay forma de que el Athletic logre esa 2ª victoria consecutiva en LaLiga, puesto que sus futbolistas no son capaces de dar carpetazo a los partidos, incluso con ventajas en el marcador y con el desarrollo del juego en franquía.

"Si no defiendes bien el área no ganas partidos y el área hay que defenderla bien durante 90 minutos. El problema no es que metamos goles, es que nos los marcan con una facilidad extrema", se quejó al final del encuentro. Incluso añadió que "nos pillan en una acción pasando a la espalda y no defendemos un centro en el área. No sabemos jugar esos minutos y no sabemos ser definitivos".

Pero aparte de la acción del tanto de Budimir, el Athletic ya dejó signos de que atrás la coordinación individual como grupal no fue la idónea en el primer gol de Osasuna, cuando el equipo navarro aún no se había acercado con peligro a las inmediaciones del área rojiblanca.

En una de sus primeras aproximaciones, en el minuto 10, una jugada por banda izquierda de los visitantes finalizó, en primera instancia, con un mal despeje de Unai Núñez de cabeza, de nuevo hacia la banda, donde entre Kike Barja y Juan Cruz combinaron, para que el lateral volviera a poner un centro, que golpeó levemente en la espalda de De Marcos en su intento tardío de llegar al corte.

Brasanac, a placer

En el área pequeña, Brasanac apareció por sorpresa en el primer palo, para adelantarse de nuevo a Unai Núñez despistado y a Unai Simón, que sin saber muy bien por qué, amagó hacia fuera para salir a por el balón, dejando el primer palo totalmente libre para que el balón rematado de cabeza por el centrocampista entrara sin oposición a la portería.

Mala conjunción, como ya ocurriera en el Reale Arena, entre los dos mismos protagonistas, cuando a punto de finalizar el choque el envenenado centro de Roberto López, se coló por encima del meta rojiblanco, que pensó que iba fuera, cuando el mismo central le gritó "sale, sale, sale...".

Resulta imposible con errores de ese tipo, en la mala toma de decisiones, conseguir dejar la portería a cero, con lo que supone una mayor dificultad para sacar adelante los partidos.

La segunda jugada, que resultó clave, de la que Marcelino se lamentó más amargamente se produjo ayer en el minuto 88, en un balón por banda izquierda de Osasuna, con un balón en profundidad sobre Enric Gallego, que superó en su carrera a Unai Núñez, e Iñigo Martínez intentó cerrar. Budimir, sin marca, en el centro del área, remató cruzado de cabeza al fondo de las mallas de Unai Simón. El portero rojiblanco, esta vez colocado excesivamente hacia el primer palo, no pudo evitar con su estirada que el balón le superara para establecer el definitivo 2-2.

El partido se había roto en los últimos minutos, con un Osasuna volcado, que encontró su premio, mientras que el Athletic no supo o no pudo sentenciar, como ya le ocurrió ante el Valladolid.