Gil Manzano y González González, reincidentes en San Mamés

14.03.2023
Raúl García y Sergio Ramos
Raúl García y Sergio Ramos

Los dos árbitros, que impidieron al Athletic sumar un punto frente al Barcelona, ya perjudicaron a los leones, con los papeles cambiados, en la derrota frente al Real Madrid en 2020

I. E.

La historia se repite y lo que no mejora, empeora. En plena efervescencia del 'caso Negreira`', el Athletic resultó claramente perjudicado el pasado domingo frente al Barcelona en un partido en el que fue anulado el bonito gol de Iñaki Williams en el minuto 86, que suponía en empate a uno frente al conjunto de Xavi Hernández. Algunos medios incluso lo llegaron a definir como "atropello" arbitral.

El VAR, que ya en la primera parte del choque resultó decisivo para dar por buena la diana de Raphinha, de manera justa, que había sido anulado por fuera de juego, también tomó partido esta vez para que el colegiado Gil Manzano invalidara un tanto, a todas luces legal, tras una cabalgada del delantero bilbaíno después recibir un excelente pase en profundidad de Gorka Guruzeta.

En ese momento, la algarabía desbordada en el estadio bilbaíno, con las huestes rojiblancas celebrando la igualada, al igual que toda hinchada en las gradas, descargando su rabia hacia los culés, de repente, se vio truncada, cuando, tras una decisión incomprensible, el trencilla de campo recibió el aviso desde la sala VOR, con González González a los mandos, para chequear una más que discutible mano de Muniain en el inicio de la acción, 10 segundos antes de que el balón traspasara la línea de meta defendida por Ter Stegen.

Gil Manzano no tuvo dudas y tras el visionado del vídeo-arbitraje anuló el gol y de un porrazo impidió que los leones lograran la buscada igualada y de esta manera hacerse con un más que merecido punto al final del encuentro, que se alargó durante 7 minutos más.

Ninguna queja culé en el terreno de juego

Tras finalizar el encuentro, todas las miradas y las críticas desde el entrono rojiblanco se dirigieron hacia ambos colegiados, por considerar sancionable una acción en la que ninguno de los rivales del equipo culé llegó a protestar cuando el capitán rojiblanco se llevó accidentalmente el balón con su hombro, a la vez que recibió una más que posible falta de De Jong por elevar en exceso su pie cerca de la cara del navarro.

Como no podía ser de otra forma, desde el entrono del Real Madrid, con prensa y afición incluidas, se sumaron a las críticas hacia la decisión de Gil Manzano y González González, al sentirse igualmente agraviados por una nueva victoria de los blaugrana, con "ayuda" arbitral en un estadio complicado como San Mamés, en el que esperaban uno de los últimos tropiezos del Barcelona para intentar seguir con esperanzas hacia la remontada liguera. Algo que por el momento no les ha sido posible.

De nuevo una tropelía más contra el Athletic cuando está por medio el conjunto blaugrana como rival, esta vez en San Mamés, aunque principalmente haya tenido que sufrir aún más errores en los duelos disputados en el Camp Nou, con incontables decisiones en su contra a lo largo de  historia.

Pero echando la vista atrás y cuando se trata del Real Madrid el "enemigo" al que se tiene que enfrentar el Athletic, las cosas no suelen ser muy diferentes a lo ocurrido el pasado domingo. Tanto como local, como de visitante.

Basta con irse a julio de 2020, en la jornada 34 de la temporada 19-20, en plena pandemia, después de reiniciarse la Liga tras el parón del campeonato, el equipo rojiblanco recibió la visita de un equipo merengue liderando la tabla, que buscaba un triunfo en San Mamés para casi asegurarse el título, a falta de solo 4 partidos más por disputar y con ventaje de 4 puntos sobre el Barcelona.

El partido discurría con una igualdad absoluta, con escasas oportunidades ante ambas porterías, cuando en el minuto 70, Dani García se adelantó a Marcelo dentro del ´área rojiblanca logrando hacerse con el balón y cayendo el brasileño sobre el terreno de juego.

En aquella ocasión, casualidades del destino, el colegiado sobre el césped de La Catedral era González González, que no observó nada punible en la acción, por lo que el juego continuó sin incidencia. Sin embargo, inmediatamente después saltaron las alarmas para el conjunto dirigido por Gaizka Garitano cuando el trencilla fue requerido a través del pinganillo desde la sala VOR.

Doble rasero

No fue otro que Gil Manzano, que tras chequear la acción vio un golpeo del centrocampista de Zumarraga sobre el pie del lateral merengue y avisó a su compañero, con los papeles cambiados, para que decretase la pena máxima con la que Sergio Ramos logró el único tanto del encuentro, que les sirvió a los blancos para poner en franquía la necesaria victoria.

Pero sin embargo, quedaba aún por delante lo peor para el conjunto bilbaíno, ya que minutos después, en una jugada ofensiva de los leones, Raúl García entró al área, momento en el que el central madridista, en una acción totalmente desafortunada, pisó con fuerza sobre el tobillo del navarro que cayó dolorido al suelo, mientras que la jugada continuó sin que González González advirtiera la tremenda falta.

Como no podía ser de otra forma, Gil Manzano se lavó las manos desde el VAR y no consideró como punible una clara infracción que `pudo convertirse en penalti y en expulsión de Sergi Ramos, al poder considerarse incluso como agresión, sin estar el balón por medio, evitando su posible entrada al remate.

El Athletic resultó otra vez claramente perjudicado, en un duelo, sin público en las gradas, en el que podía haber rescatado un punto en caso de haber acertado desde los once metros si los dos protagonistas arbitrales hubieran creído conveniente señalar la clara infracción. Muniain ya expresó sus quejas entonces de manera diáfana por lo ocurrido. 

"Raúl García ha recibido un pisotón y ni lo han revisado. Ya sabemos la tónica de estas últimas jornadas y a favor de qué equipo se decantan estas decisiones. Que cada uno saque sus conclusiones", lanzó con rotundidad mostrando su total disconformidad por sentirse ninguneados al igual que el pasado domingo.  

El partido finalizó con la victoria visitante, los leones una vez más como muñeco del pim pam pum del arbitraje y las penas y lástimas del entorno culé, por lo que en aquella ocasión consideraron un grave error hacia sus intereses, poniendo en bandeja el triunfo y el título liguero a su eterno rival, el equipo blanco.