Solo falta que Vencedor tenga la culpa por poner la cabeza

Sigue la polémica por la expulsión de Joao Félix en el Atlético-Athletic, ya que desde el entorno colchonero consideran que Gil Manzano no le debía haber mostrado la primera amarilla

I. E.

Dos días después del Atlético-Athletic, que finalizó con una igualada sin goles, aún colea la polémica expulsión de Joao Félix, después de ver dos amarillas, tras una acción en la que golpeó claramente con su mano en el rostro de Unai Vencedor. Escoció la segunda igualada colchonera de la campaña liguera en el Wanda. 

Las críticas, sobre todo desde el entorno mediático y el bando colchonero se dirigieron hacia el colegiado Gil Manzano, puesto que consideraron que la acción del golpeo del portugués fue producto del braceo involuntario a la hora de intentar desembarazarse del agarrón del centrocampista de Rekalde.

Pero el lance no deja lugar a dudas. Quizá, debía haber amonestado al león, puesto que se desentendió del balón y sujetó al luso de su camiseta, lo que quedó claro también es que el atacante colchonero pudo brazear a una altura menor, pero contrariado porque no consiguió avanzar, levantó su brazo e impactó con fuerza en la cara del bilbaíno.

Inesperada  y desmedida reacción

Gil Manzano lo vio de cerca y no tuvo dudas, pitó la falta a favor del Atlético, por el agarrón y además hizo el gesto de cómo Joao Félix realizó el golpeo para mostrarle acto seguido la amarilla. La amonestación no sentó nada bien al colchonero y a partir de ahí se desencadenó la inesperada desconsideración hacia el colegiado y la segunda tarjeta que acarreó la justa expulsión.

Por mucho que se empeñen en que fue un golpe involuntario con la mano y, por ello, no debía haber supuesto la tarjeta, el acta del trencilla lo dejó claro, "golpear con el brazo de manera temeraria después de haber sido objeto de falta". Así es como sucedió y los colegiados están muy sensibilizados con ese tipo de acciones, todas acarreando amonestación, como mínimo.

En la primera parte, ya hubo una infracción muy similar, en un pugna de Raúl García con Kondogbia, por detrás, que igualmente sacó el brazo a pasear, impactando en la cara del navarro. "Disputar un balón a un contrario golpeando con su brazo de manera temeraria", fue el motivo de la cartulina mostrada que quedó redactado en el acta.

Igual número de goles que de amonestaciones

La única diferencia es que el jugador francés no se revolvió ni fue hacia el colegiado con su dedo en su sien diciéndole "estás loco, estás loco". Los atléticos deberían estar tanto o más molestos por la expulsión con su futbolista, por una reacción fuera de tono, que con el colegiado extremeño.

La estrella portuguesa no está demostrando con su rendimiento sobre el terreno de juego, hasta ahora, la millonada que pagó el club madrileño por él. Baste decir que en todo el pasado curso, hasta ayer, en Liga, marcó el mismo número de goles que las tarjetas amarillas que le mostraron, 7, con la guinda de la roja de ayer. Escaso bagaje para un futbolista de su calidad. Ahora le toca esperar una sanción, que posiblemente no será importante, por su mala cabeza, no por la de Vencedor. (Fotos: Twitter / Movistar)