Las amargas quejas valencianistas, pero del perjuicio al Athletic ni pío

11.02.2022
Falta inexistente antes del posible penalti (Foto: Tele5)
Falta inexistente antes del posible penalti (Foto: Tele5)

Ni Munuera Montero ni desde el VAR vieron la agresión de Diakhaby a Dani García, que pudo ser penalti y expulsión y, además, no existió falta a Thierry antes del lanzamiento que provocó la posible pena máxima de Vivian a Duro 

I. E.

El Valencia y el entorno del conjunto che han alzado el grito al cielo después del arbitraje de Munuera Montero en San Mamés, donde, según multitud de voces hubo tres jugadas polémicas en las que el trencilla benefició claramente al Athletic, sin prestar atención a las que sufrieron los leones, de las que salieron mal parados.

En primer lugar, la falta más que dudosa de Soler sobre Muniain, que propició el único tanto de los leones, por parte de Raúl García. El centrocampista empujó al capitán rojiblanco en su intento de robar el balón y éste cayó sobre el césped. La acción dejó muchas dudas, puesto que pareció que Muniain pudo incluso pisar el pie del valencianista. Pero el contacto del medio sobre el extremo fue evidente.

El segundo lance fue del propio Soler, que recibió un plantillazo de Dani García, por encima de la rodilla, en su intento de llegar a un balón. Pareció que el centrocampista rojiblanco no impactó directamente sobre el muslo, sino que más bien le rozó con sus tacos lo que provocó que quedara la marca en la pierna. Munuera Montero le mostró amarilla, posiblemente de forma correcta, por lo que el VAR no vio una acción evidente de roja y decidió no intervenir.

La tercera, fue la caída de Hugo Duro, ante Dani Vivian, en un intento de ir hacia puerta. La acción dejó muchas dudas, puesto que el central empujó con su brazo al delantero, que paró en su carrera, para interponerse y hacer tropezar al defensor sobre él. El valencianista no tenía el control del balón, ni intentó jugarlo. El contacto existió, pero quizá no como para considerarlo punible, igualmente sin que desde la sala VOR decidieran tomar partido.

Pero lo que parecen obviar desde Valencia es que la falta anterior a esta jugada, que lanza en largo Diakhaby para que el balón llegue a Hugo Duro, es inexistente sobre Thierry, que cae sin que Villalibre ni Berchiche le toquen, mientras que el futbolista del Valencia comete falta primero sobre el lateral zurdo rojiblanco que el colegiado no señala. Un error claro que benefició al conjunto valencianista y que provocó el supuesto penalti del que se quejaron amargamente por no ser señalado.

Penalti por agresión y roja para Diakhaby

Además de ello, el conjunto rojiblanco fue igualmente perjudicado en la primera parte en dos acciones que pudieron ser claves en el desarrollo del encuentro.

En ambas, el protagonista del Valencia fue el central Diakhaby, al que se le vio muy nervioso, con demasiadas protestas a lo largo del partido que le pudieron costarle alguna tarjeta. En el minuto 17, en una falta en largo desde la derecha, con el balón por el aire, se desentendió completamente del mismo y golpeó con su codo sobre el rostro de Dani García que entraba al remate y que cayó dolorido al suelo. Una acción que pudo ser penalti y tarjeta roja, por agresión, pero que ni el árbitro andaluz observó, ni desde el VAR, Iglesias Villanueva, consideró digna de ser chequeada en el videoarbitraje.

Una acción que hubiera dejado al Valencia muy tocado y con mucho tiempo de partido en inferioridad numérica. Pocos minutos después el defensa francés volvió a aparecer cuando, tras un resbalón, reaccionó con premura para rebañar un balón que Williams se disponía a rematar a bocajarro. El balón le llegó mansamente a Mamardashvili, en lo que fue una cesión al portero en toda regla.

Munuera lo consideró como un despeje, pero el zaguero se la jugó de la única forma que pudo, que no fue otra que retrasar el balón hacia su guardameta. Pasó desapercibida, pero pudo haber costado una falta en una situación muy peligrosa para los intereses valencianistas.

Aparte de todo lo expuesto anteriormente, El arbitraje de Munuera Montero fue muy permisivo, sobre todo hacia la parte del conjunto de Bordalás. 22 faltas señaladas, además de algunas otras que no quiso pitar, por lo que en líneas generales el Athletic y el entorno bilbaíno tendrían los mismos o más motivos para protestar por acciones que pudieron cambiar el signo del partido a su favor.