Juego frente a fuego en Mestalla

La mejor manera de que el Athletic supere al Valencia es el trato del cuero y 'pasar' del cuerpo a cuerpo 

Jon Zubieta

El fuego cruzado parece inevitable en Mestalla. La naturaleza del contendiente incita a desatar las pasiones más primitivas del Athletic y de cualquier equipo. El hueso che está procesado para provocar la desafección del juego, la trampa parece servida. El anzuelo de Bordalás está preparado, solo sea por las declaraciones provocadoras de un técnico que no rompe un plato y no dice una palabra más alta que otra hasta que le recuerdan su estilo poligonero.

Ante semejante escenario, no cabe otra solución que congelar la sangre, objetivo casi imposible para Dani García y Raúl, y obstinarse en jugar como de costumbre fuera de casa. El trato del balón debe sustituir a la tentación guerrera, la velocidad hacer desbocar la fragilidad de sus centrales -ojo a la actuación de Diakhaby y su propensión a la sacudida manual- y el espíritu ganador domeñar a un Valencia inferior en juego.

Claro que estas pretensiones pueden chocar con el mejor partido de un rival que haga lo que hasta ahora no ha hecho de modo habitual. Es posible que al Valencia le salga todo redondo y se acabe la película. Tiene jugadores de calidad, pero también un sello que lo hace más temible por su facilidad para desquiciar al oponente. Siempre que Gil Manzano no lo permita, porque si es como Munuera Montero igual no hay tutía.

Con buena letra

Espero que Muniain tome las riendas, que Raúl García no dé el espectáculo bochornoso que ha dado en ocasiones protestando hasta el paso de una mosca y haciendo entradas irritantes, deseo que los Williams dobleguen verticales a los che, que la defensa sea sólida, que Vencedor dé poso -me temo que no será titular-, que Dani García no se encargue de rascar y sí de sujetar al rival, que Sancet sea providencial y que Berenguer reitere que es decisivo -Real Madrid y Levante-. Hay argumentos, pero sobre todo que no se cargue en la trampa del 'inocente' Bordalás. Juego frente a fuego. Hay solistas y coro.