Un minuto fatídico condena al Athletic al infierno
Lo que pudo ser una gran posibilidad de gol para Williams acabó con la sentencia para los rojiblancos en la final
I. E.
Si en algo hicieron especial hincapié Marcelino y Muniain en la previa copera fue el tema de estar acertados en los detalles durante el partido de La Cartuja. Posiblemente, la final se definiría para uno u otro equipo en algún lance significativo.
Lo que no tenían programado ambos, ni nadie del equipo rojiblanco, es que dos errores, acompañados del acierto del rival, en poco menos de un minuto, iban a decantar la balanza y el soñado título copero para el equipo realista.
El partido estaba siendo bastante equilibrado hasta el minuto 55, con ambos equipos cometiendo muchas imprecisiones, pero en zonas poco comprometidas para sus intereses. Lo que podía haber sido una jugada con marchamo de gol para el Athletic acabo convirtiéndose segundos después en la tumba para el Athletic. Del posible cielo, al averno.
Doble acción errónea
Vencedor recuperó un balón en el centro del campo, y Williams se desmarcaba en ventaja por la izquierda, con la defensa de la Real superada en posición adelantada. El envío, que pudo dejar solo al delantero bilbaíno frente a Remiro, fue un pase erróneo del centrocampista cortado por la zaga realista.
La acción continuó con otra mala entrega del equipo txuri-urdin, por el carril zurdo, que Berenguer recuperó y cedió a Yeray, que en su intento de avance hizo un pase defectuoso a Vencedor, al que se adelantó Merino, el más listo de la clase.
El centrocampista avanzó unos metros y con un gran centro habilitó a Portu. El atacante que se adelantó a Iñigo Martínez, que tras un mínimo contacto derribó al extremo, que exageró con su aparatosa caída, señalando penalti Estrada Fernández. Unai Simón quizá pudo leer el pase que era cantado, pero decidió no salir.
Faltó poder de reacción
Tras el sainete del VAR, por la roja posteriormente convertida en amarilla, Oyarzabal puso la guinda al duelo, puesto que a los rojiblancos, en esta ocasión, les faltó poder de reacción, a pesar de quedar muchos minutos de juego por delante.
Ese fue el principio del fin, ya que la impresión general era que quien se adelantara en el marcador se llevaría el gato al agua, como sucedió. Yeray, muy seguro durante el choque erró en el momento menos oportuno. Vencedor estuvo fallón en la creación a lo largo del encuentro. Iñigo Martínez se precipitó al intentar llegar al balón y cometió la evitable pena máxima, buscada por Portu y Williams estuvo bien tapado, por lo que apenas pudo explotar su velocidad.
El equipo estaba avisado, sin embargo de poco sirvió en este caso- La
moneda cayó cruz para el Athletic, que no dejó buenas sensaciones
generales a lo largo de un choque que en líneas generales fue poco vistoso y
muy igualado. (Foto: Athletic Club)